La Cursa dels Nassos es la carrera de San Silvestre que se disputa en Barcelona el 31 de diciembre por la tarde. Con más de 11.000 inscritos, es la segunda San Silvestre más multitudinaria de España por detrás de la inalcanzable San Silvestre Vallecana de Madrid.
Pese a ser una de las más reconocidas de Barcelona, no la había corrido nunca ya que en muchas ocasiones me encuentro fuera de la ciudad en esta fecha.
Pero este año ¡sí tocaba!
La previa
Llego a esta carrera tras unas semanas no del todo buenas debido a unas molestias en la pierna derecha y sin poder entrenar todo lo que quisiera, aunque en el entreno del jueves anterior había recuperado unas buenas sensaciones. En estas condiciones no puedo esperar de mejorar mi marca personal en 10K que es de 43:32 hecha hace un año, así que mi objetivo primero es rebajar los 44:41 que he hecho dos semanas antes en la Cursa de les Empreses, y a partir de allí intentar hacer un 44’ bajo.
El recorrido
La carrera cuenta con más de 11.000 inscritos y recorre un circuito completamente llano de 10 km por las calles del barrio de Poble Nou. Un recorrido favorable para buscar una buena marca, pero con el inconveniente típico de las carreras multitudinarias: las posibles aglomeraciones.
La salida es en la Calle Selva de Mar, y en su primera mitad el recorrido pasa en paralelo a la Ronda Litoral, luego por Pla de Palau, Estación de Francia, Passeig Picasso y detrás del Zoo.
En la segunda parte tras recorrer la Calle Marina hay unos dos kilómetros y medio de callejeo hasta pasar cerca de la Torre Agbar y llegar a la Diagonal, otro kilómetro y medio bajando la Avenida Diagonal y los últimos 500 metros de nuevo en la Calle Selva de Mar.
La carrera
Después de pasar por el guardarropía, que está en el pabellón de la Mar Bella a unos 10 minutos caminando de la salida, llegamos a la salida un poco justos de tiempo y se nota el ambiente típico de estas carreras con buena musica y muchos corredores.
Me coloco sin problemas al final del cajón amarillo que es el que me toca. Por lo tanto estoy justo al final de la primera de las tres tandas de salida.
Salida festiva con toques de campanadas para dar la cuenta atrás. Justo delante de mí está una liebre de 45’, como siempre digo no soy de ir a buscar las liebres pero si me las encuentro cerca las tomo como referencia.
Salgo bien e intento acercarme a la liebre, pero debido a la cantidad de gente hay momentos que estás a su lado y a los pocos segundos te puedes quedar a 10 metros de ella. Sobre el km 2 me pongo delante de la liebre y empiezo a ir un poco más cómodo, aunque cuando las calles se estrechan un poco se notan las aglomeraciones.
Mantengo un ritmo siempre por debajo de 4:30/km y así llego al km 5 donde paso en 22:06, un buen tiempo para conseguir mi objetivo. Me encuentro bien pero hay que ser prudente porqué en muchas ocasiones me sale una segunda parte más lenta de la primera...
En el avituallamiento dan agua en vasos de cartón y allí es normal perder algunos segundos para beber algo. Paso por el km 6 en la Calle Marina, que bien correr por allí con buenas sensaciones y no arrastrándose en el km 35 del Maratón...
Después viene una zona de calles en zig-zag hasta llegar cerca de la Torre Agbar en la Diagonal donde es importante mantener el ritmo pero no pasarse de vueltas. Me encuentro bien y disfruto, pero los parciales aquí son un pelín más lentos que los anteriores.
Después de correr hace dos semanas en el tristísimo circuito de la Cursa de les Empreses, correr ahora por las calles de Barcelona con este ambiente me sabe a gloria.
Llegamos a la Diagonal y quedan 2 kilómetros, hay bastante público y un niño me grita '¡vamos Filippo!', le saludo y empiezo a aumentar el ritmo pero ojo que este tramo de la Diagonal se puede hacer muy largo.
En medio de la Diagonal paso por el km 9 en 40:00, la calculadora dice que tengo que hacerlo muy bien para conseguir mi objetivo, pero al menos un 44:20 está asegurado.
Aumento un poco más el ritmo pero todavía queda para girar a la derecha en la Calle Selva de Mar donde está la recta de meta.
Finalmente llega el giro a la derecha, pero la recta final es larga y hay que pasar varios arcos publicitarios antes de llegar a meta.
Voy fuerte pero aún así me da tiempo de recoger, al segundo intento, la pulsera de leds que están repartiendo. Empiezo a escuchar la música que hay en la llegada y la voz inconfundible de Freddie Mercury cada vez más fuerte, y cuando ya estás al máximo y escuchas “The show must go on” a tope, solo puedes hacer una cosa: apretar los dientes, ir aún más rápido y disfrutar de esos mágicos momentos cuando parece que estás volando.
Por suerte hoy las fuerzas me acompañan y eso es lo que hago: llego con mucha fuerza, miro el crono y marca 44 y algo, pero, como siempre el reloj lo pongo en marcha algunos segundos antes de la salida, tengo que esperar a saber el tiempo oficial exacto. Hasta podría haber bajado de 44’… En cualquier caso, segundo más o segundo menos, estoy muy contento del tiempo y sobre todo de las buenísimas sensaciones acabando la carrera.
Más tarde miro el tiempo en la clasificación y !!marca 43:58!! Eso quiere decir que ese último kilómetro lo he hecho en 4 minutos o incluso menos, la verdad no entiendo como he podido hacerlo si en las últimas series de 1000 que hice la mejor me salió a 4:05... Pero el estar en carrera, el tener un dorsal puesto, el ambiente, la música, las luces, te dan ese empujón y fuerza extra para sacar lo mejor de ti.
Valoración de la carrera
Esta ha sido mi primera participación en la Cursa dels Nassos y me ha quedado un muy buen sabor de boca. La organización es casi perfecta (siempre se puede mejorar), y predomina el ambiente festivo. El recorrido está bien sin ser el más espectacular de Barcelona, es un circuito rápido apto para buscar buenas marcas y tiene un final espectacular.
Desde luego una buena fiesta para acabar bien el año corriendo.
De lo poco que he visto que se puede mejorar, quizás alguna cola en el avituallamiento final y el circuito en algunos puntos donde la calle se estrecha a solo dos carriles, queda un poco justo para la gente que hay.
Doy las gracias a los voluntarios (muchos) que como siempre son fundamentales para el buen desarrollo de la carrera.
Termino así el año con buen sabor de boca, ahora viene un mes de enero donde hay que entrenar bien para llegar preparado al próximo maratón de Barcelona.
Ahora seguiré con la tónica de estas últimas semanas de probar carreras nuevas, y estaré el 29 de enero en la Mitja Marató Colomenca.
Hasta entonces, ¡Feliz 2017 y muchos kilómetros para tod@s!
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